LA COMUNICACIÓN HUMANA


UN BREVE ENSAYO PARA LA REFLEXIÓN COMÚN

                                 "El sujeto no sabe lo que dice porque no sabe lo que es"

                                                                                                                          LACAN
Muchos de los problemas de la conducta; drogadicción desintegración familiar, delincuencia, aborto, etc. tienen como factor común, deficiencias en la comunicación ( Rueda, 1986 ). en la actualidad los procesos de comunicación humana, interpersonal, dentro de los grupos y comunidades, han venido perdiendo su función primordial: unir, integrar, reconciliar, traer la paz y la concordia entre las personas. Hoy se ve cada vez que la comunicación separa, desintegra, desespera, angustia y violencia en la pareja, en la familia, y en la sociedad.

Comunicar significa hacer común lo que es privado. Hacer partícipe al otro de lo que hay "dentro" de mi, ideas, sentimientos, emociones, deseos temores, etc., con el propósito de llegar a ser NO dos sino uno, en el saber, en el entender y en el hacer. En este sentido, el fín de la comunicación es la unidad, la unidad espiritual de los interlocutores (Steinfatt,1983).
Las deficiencias en la comunicación humana están determinadas por un sin fin de factores psicobiológicos, ambientales y culturales. Aquí me gustaría llamar la atención  sobre la falta de unidad interior entre los interlocutores, ya que considero esta falta, como un factor determinante de la calidad de la comunicación interpersonal.

La unidad interior depende del conocimiento de "uno mismo" de lo que uno es verdaderamente. Y este conocimiento solo es posible mediante el diálogo y la comunicación entre el "yo" y el "otro", ese otro que todo lo sabe, lo entiende, y lo puede en lo que se refiere a la realización y consumación de la unidad interior. Ese otro es nuestro maestro y guía interior, es nuestro registro de la verdad impreso en el cuerpo desde antes de nacer, hasta hoy.

De lo anterior se desprende que la comunicación interior o intrapersonal debe realizarse y consumarse en la unidad interior para hacer posible una comunicación interpersonal veraz, auténtica y sincera que nos pueda conducir a la unidad espiritual con nuestros semejantes (Medina, 1995). 
José Alberto Medina fue mi Maestro Zen en la Facultad de Psicología de la UAS en Culiacán Sinaloa México. Maestro de investigación y Estadística.



 

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