III. LOS CÓDIGOS EPISTEMOLÓGICOS

Las insignias y las señales son signos de comunicación. su función explícita consiste en informarnos sobre la identidad de los individuos (o de los grupos) y en transmitir informaciones apropiadas para coordinar la acción.

      Por otra parte, los signos pueden tener por función la representación de una realidad compleja, haciendo conocer su estructura. En efecto, todo saber consiste en establecer un sistema de relaciones entre los elementos que constituyen el campo de una experiencia. Y, una vez observadas o postuladas, esas relaciones deben ser significadas. 

       El saber tiene, por lo tanto, una doble faz: un sistema epistemológico (significado), siendo precisamente el objeto de la semiología el establecer la naturaleza de la relación entre esos dos sistemas. Las ciencias modernas se caracterizan por el hecho de que en ellas las relaciones son significadas por medio de un sistema de significantes ad hoc especialmente concebidos al efecto y conforme a una axiomática objetiva. Los conocimientos tradicionales, en cambio, adoptan modelos pragmáticos de la realidad ya conocida y codificada. El nuevo sistema epistemológico es representado a través de otro episteme de forma análoga o que se supone que lo es.

      los sistemas que se presentan bajo estas dos formas son innumerables. Nos limitaremos a describir brevemente algunos códigos científicos y un cierto número de artes adivinatorias que constituyen las formas más típicas de un saber sistemático en las culturas populares.

1. Los códigos científicos. La ciencia es significada por la lengua común en cuyo seno cada ciencia y objeto de conocimiento posee su lengua particular basada en procedimientos de significación apropiada. sobre ese tema remitimos a nuestra obra Les mots savants20.

      Pero esas lenguas científicas, cualquiera sea su grado de autonomía, se hallan expuestas, en el seno de la lengua, a toda clase de contaminación (polisemia, analogía, connotaciones, etc.) que perturban su naturaleza y funcionamiento. es por eso que la mayoría de las ciencias pretenden elaborar códigos no linguíticos adecuados para su propia axiomática.

       Esos códigos son del tipo  "lógico", de acuerdo con la definición que dimos de ese término en oposición a "estético" (cf. supra. p. 12), dado que el objetivo de toda ciencia consiste en acentuar la función referencia protegiéndola de las interferencias y connotaciones de las otras funciones (emotiva, conminativa, etc.)

       Los códigos científicos presentan los dos grandes tipos de significación: arbitraria y figurada. La notación numérica es totalmente arbitraria, pero la geometría utiliza figuras. Las funciones algebraicas pueden ser registradas a la vez en forma de fórmulas arbitrarias y de curvas figurativas. También son figurativos los planos, los esquemas, los gráficos, etc. Pero todos esos códigos tienen un rango en común: la convención es muy fuerte, constrictiva y generalmente explícita.

        Los códigos científicos están sometidos a una doble exigencia: por una parte, la arbitrariedad

    20, "Que sais-je?", N° 1325.

que protege al código de toda contaminación analógica; por otra parte, una motivación que ayuda a la memoria. Por eso generalmente presentan una estructuración homológica. Es el caso del lenguaje de la química, donde hay una perfecta correspondencia entre la estructura de los significantes y la de los significados pero ninguna analogía entre los elementos de las dos series (cf. infra, p. 75).

           Los códigos científicos responden a dos grandes funciones: clasificar y calcular, origen de la distinción en dos grandes tipos, taxonómicos y algorítmicos y operacionales.

          Las taxonomías de las ciencias naturales (flora, fauna, etc.) son puros sistemas de clasificación cuya función consiste en definir las identidades por sus relaciones recíprocas. Las fórmulas algebráicas, en cambio, permiten operar a partir de las relaciones que expresanny que pueden transformar en nuevas relaciones.

          Podemos distinguir a las ciencias según estudien relaciones puras, abstractas, e independientemente de su contenido o que, por el contrario, estudien las relaciones entre las sustancias. Desde este punto de vista, la más abstracta de todas las ciencias es la lógica. Es la ciencia de las relaciones en tanto que tales y en consecuencia la ciencia de las ciencias. Su objeto consiste en definir los diferentes tipos de relaciones que pueden establecerse entre entidades o conjuntos y garantizar la verdad de esas relaciones. Es un código, en la medida en que significa esas relaciones . El código de la lógica tradicional (Aristotélica) está constituida por un cuerpo de silogismos. la lógica formal moderna, llamada también simbólica 21, se fijó un cuerpo de signos arbitrarios totalmente sistematizado.


            Las matemáticas estudian las relaciones ya especificadas pero a un alto nivel de abstracción independientemente de la sustancia: la aritmética y el álgebra las relaciones numéricas, la geometría, las relaciones especiales, la mecánica, las relaciones cinéticas.


            La física, la química son ciencias que estudian relaciones sustanciales.

            Todas esas ciencias poseen sistemas de notación ideogramáticos que además tienen la ventaja de ser internacionales.

            "El más conocido de esos sistemas no es otro que el cuadro de las abreviaturas normalizadas del sistema métrico, que contiene alrededor de sesenta y siete símbolos universales(aritmética, longitudes, superficies, volúmenes, capacidades, pesos).

            Los sistemas de unidades físicas (M:T:S:, G.G.S., M:K:S:A.) contienen a su vez por lo menos 285 símbolos universales que expresan ya sea unidades (alrededor de 175) o capacidades (110) relativas a todos los sectores de cada area de la física: masa, tiempo, mecánica, electricidad, magnetísmo, calórica, óptica (en total 37 secciones de nociones distintas y de unidades correspondientes expresadas en símbolos que representan los siguientes términos: Hertz, oteno, newton, dina, julio, erg, watt, bar, pieza, pascal, baría, amperio. voltio, ohmio, culombio, faradio, henrio, waber, max well, gaus, termia, caloría, frigoría, candela, nit, stilb, lumen, bugía, foto, lux, dioptría, var). La química actual ofrece un vocabulario aúmmás normalizado, millares de símbolos combinables según leyes sistemáticas rigurosas (que son la expresión ideográfica de las leyes objetivas de la química)22.

        Agreguemos que esas ciencias poseen códigos figurativos: funciones algebráicas, Curvas estadísticas, configuraciones químicas, etc.

         Veamos, a título de ejemplo, como se describe la prímula, según un código utilizado por la botánica. Planta " Hermafrodita simetría radical, cáliz de cinco sépalos de cinco estambres, adheridas, pistilo con cinco carpelos cullos ovarios se situan más arriba del nivel de insersión de los pétalos".

        La zoología describe una mandíbula con la formula que describe las mandíbulas inferiores y que significa que las mandíbulas superiores e inferiores son idénticas.

        Todos los códigos son articulados y estructurados y la significación se basa en una homología del sistema epistemológico y del sistema semiológico.

        Estos códigos de transcripción pueden ir acompañados de sistemas de representación figurados. Tales son los gráficos de las funciones algebráicas , los árboles taxinómicos, los modelos moleculares de la física o de la química.

       Los signos son arbitrarios y eliminan toda analogía sustancial entre los significantes y los significados. Esta afirmación es válida tanto para los códigos de transcripción como para los esquemas de representación.

       La codificación del saber tradicional, en cambio, se basa en sistemas en los cuales el significante mantiene una relación de analogía con el significado.

        En sus fórmulas eruditas y elaboradas, la astrología, la alquimia la fisionomía, etc. constituyen, por otra parte, sistemas muy completos. cuyos modos de significación son, por lo general homológicos. Pero mientras la ciencia crea sistemas de signos ad hoc totalmente arbitrarios y que solo reflejan las relaciones del sistema epistemológico, los conocimientos tradicionales buscan un sistema de significación en otro sistema epistemológico real y concreto. Así es como el alma y sus funciones son asimiladas al cuerpo, la organización social a la estructura celeste, etc.

       Ahora bien, esa asimilación,  aún cuando en un principio pueda ser puramente formal y estructural, implica asociaciones analógicas entre las entidades de los dos sistemas. Hay transferencia de las propiedades esenciales del significante sobre el significado, Así, en un sistema donde el alma, (anima) es designada como el "soplo", el mal aliento se convierte en el signo de una corrupción del alma.

       podemos decir que esos sistemas de significaciones prelógicos son homo-analógicos. Esta es también una característica del "pensamiento salvaje" segúnla expresión de Levi-Strauss, y una regla general de la creación mítica y folklórica. Su mecanismo es particularmente evidente en las artes adivinatorias que constituyen la base del saber arcáico, saber que perdura ampliamente en el pensamiento popular moderno.


      

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